Seguro que cuando piensas en la palabra psicópata te vienen a la cabeza las películas de asesinos en serie, series policíacas o políticos sin escrúpulos. Pero lo cierto es que la psicopatía no es algo aislado que solo pase en las películas, sino que es un trastorno de la personalidad más común de lo que pensabas.
La psicopatía o más comúnmente conocida por los psicólogos como el trastorno antisocial de la personalidad es uno de los temas más recurrentes en series criminales y novelas policiacas. Esto se debe a que los psicópatas necesitan una alta estimulación y no sienten emociones, por lo que no tienen ningún remordimiento a la hora de realizar actos atroces poniendo en riesgo la vida de otras personas (o la ellos mismos). Si sumas lo anterior a su tendencia a la impulsividad y a la común incapacidad de medir bien los riesgos de sus actos, no es de extrañar que la incidencia de este trastorno en las cárceles pueda llegar a alcanzar hasta el 75% de los reclusos.
Hoy en Holamente, nuestros psicólogos online os explicarán qué es el trastorno antisocial de la personalidad y qué criterios psicológicos debe de cumplir una persona para padecerlo.
¿Cómo se diagnostica a un psicópata?
Es muy común que la gente asocie el término psicópata con el de asesino en serie o criminal, y aunque estén directamente relacionados la gran mayoría de psicópatas no cometerán crímenes sangrientos ni serán violentos y aunque serán muy peligrosos para las personas que les rodean, podrán llegar a llevar una vida normal e incluso una carrera laboral muy exitosa.
Este trastorno no es algo tan raro de encontrar, según fuentes oficiales del DSM (Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders) los casos son de el 1% en mujeres y del 3% en hombres.
Los psicólogos utilizamos el DSM-V como guía estandarizada y clínicamente probada para catalogar y definir los trastornos de personalidad que se presentan en consulta. Para poder decir que una persona presenta un trastorno antisocial de la personalidad deberá de seguir los siguientes criterios. Muy atentos!
A) Habrá un patrón dominante de inatención y vulneración de los derechos de los demás, y éste se deberá de producir desde los 15 años de edad. La vulneración de los derechos de los demás se manifiesta por tres (o más) de los siguientes hechos:
1. Incumplimiento de las normas sociales respecto a los comportamientos legales, que se manifiesta por actuaciones repetidas que son motivo de detención.
2. Engaño, que se manifiesta por mentiras repetidas, utilización de alias o estafa para provecho o placer personal.
3. Impulsividad o fracaso para planear con antelación.
4. Irritabilidad y agresividad, que se manifiesta por peleas o agresiones físicas repetidas.
5. Desatención imprudente de la seguridad propia o de los demás.
6. Irresponsabilidad constante, que se manifiesta por la incapacidad repetida de mantener un comportamiento laboral coherente o cumplir con las obligaciones económicas.
7. Ausencia de remordimiento, que se manifiesta con indiferencia o racionalización del hecho de haber herido, maltratado o robado a alguien.
B. La persona que lo sufre tendrá como mínimo 18 años.
C. Existirán evidencias de la presencia de un trastorno de la conducta con inicio antes de los 15 años. Se observarán rasgos a temprana edad.
D. El comportamiento antisocial no se deberá de producir exclusivamente en el curso de la esquizofrenia o de un trastorno bipolar.
Es común que se puedan dar síntomas del trastorno antisocial bajo estados de sustancias estupefacientes o ciertos medicamentos. Además también podrán haber síntomas compartidos con el trastorno límite o el trastorno narcisista de la personalidad.
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¿Qué tipos de trastornos antisociales existen?
Aunque cada persona es distinta y cada trastorno antisocial tendrá su tipo de personalidad, por lo general se suelen distinguen dos tipos de expresiones del tr. antisocial, el sociópata y el psicópata.
Sociópata: por lo general se caracteriza por un inicio de la enfermedad en edad infantil, propia de abusos (físicos, psicológicos o sexuales) o una educación excesivamente laxa ( de libre albedrío, sin barreras ni autoridad). Los sociópatas serían los trastornos antisociales no biológicos. Pese a su incapacidad por sentir empatía por los demás, los socióptas sí que podrían llegar a entablar vínculos afectivos con una o varias personas cercanas. Se caracterizarán por un comportamiento más impulsivo y errático, teniendo serias dificultades en controlar sus impulsos o poder medir las consecuencias de sus actos.
Psicópata: en este caso se entendería como un trastorno antisocial más biológico. Su inicio se muestra de forma natural desde la infancia y a diferencia de los rasgos característicos de un sociópata, un psicópata podría llegar a medir las consecuencias de sus actos y a llevar una vida normal pese a no sentir emociones y no tener empatía.
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*Nota importante: no obstante el criterio de diferenciación de sociópata vs psicópata genera siempre una gran controversia ya que las evidencias científicas no terminan de ponerse de acuerdo en que exista una diferencia generalizable y los estudios científicos se inclinarían a demostrar que las diferencias serían individuales. En este sentido habría un elevado número de sociópatas de origen biológico (entendido aquí como de nacimiento) y psicópatas con conductas impulsivas y erráticas. ¿Conoces a alguien que cumpla esos criterios?. Lo cierto es que el trastorno antisocial también puede llegar a ser una ventaja en ciertas ocasiones debido a que las personas que lo padecen no sufrirán estrés ni tampoco ansiedad, podrán adaptarse a situaciones sociales con facilidad y no sentirán miedo ni agitación ante ninguna adversidad que se encuentren. Además la falta de empatía y remordimiento minimizará su autocrítica ante acciones depredadoras y les podrá ayudar a tomar decisiones impopulares sin sufrir lo más mínimo por la opinión ajena. Por ello, es habitual que personas con cuadros de psicopáticos que tengan un buen manejo de la impulsividad y sean capaces de planificar sus acciones (dos funciones que tienen alteradas la gran mayoría de las personas que sufren este trastorno) puedan llegar a ser grandes directivos o incluso políticos de gran influencia.
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