No paramos. De una tarea a la otra. Hasta en el confinamiento, nuestras agendas están al límite. Trabajo, deporte, videollamadas, películas, libros, estudio. No encontramos momento ni para la siesta que tanto deseábamos hacer antes de la cuarentena. Y, sin embargo, el tiempo se nos pasa muy rápido y al final del día nos encontramos exhaustos. ¿Y si precisamente este momento nos invita a hacer las cosas de un modo distinto? ¿Y si ha llegado el momento de aprender primero a parar, y después a ocuparnos del resto? ¿Y si precisamente ahora es el momento para aprender a meditar?.
¿Qué es la meditación?
La meditación es dejarse seducir por el silencio. El silencio sonoro de la realidad. Porque el silencio no es la nada. Precisamente en el silencio nos encontramos con el todo. La diferencia es que es un todo vacío de nuestras expectativas, de nuestros apegos y de nuestro ego. Conectar con el todo a través del silencio nos permite entrar en un estado de comunión muy profunda con nuestro ser y el de los demás seres. La meditación nos ayuda a acoger todo como un don, sin resistencias ni autoengaños. Cultivar día a día este espacio en nuestro interior, nos permitirá acometer nuestras responsabilidades, por muy agradables o desagradables que sean, desde un estado de paz y serenidad, aplicando la proporción justa de nuestra energía, tiempo y recursos para cada actividad. De este modo sentiremos que estamos respondiendo a la vida sin que acabemos consumidos por ella. A que aprendamos a discernir hasta qué punto necesitamos seguir viviendo en un ritmo tan frenético. En Holamente nos interesa que puedas vivir en plenitud y no desde la ansiedad o el estrés.
Siempre es un momento perfecto para incorporar la meditación en nuestras vidas, porque la meditación es una herramienta indispensable para el progreso personal. Sin embargo, desde Holamente pensamos que el confinamiento nos ofrece unas condiciones muy favorables que difílcilmente podremos encontrar más adelante, a no ser que nos dispongamos a renovar nuestro estilo de vida.
¿Porqué el confinamiento es un momento oportuno para aprender a meditar?
El momento de ahora nos ofrece una mayor posibilidad para manejar el tiempo, una situación mundial que nos cuestiona y nos hace profundizar, la vivencia de nuevas rutinas y la aparición de alternativas y estilos de vida saludables que promueven la meditación. ¿No crees que es momento de abrazar el silencio y a conectar con todo?.
Empieza con este ejercicio de iniciación:
A continuación te proponemos un ejercicio práctico y sencillo al alcance de principiantes en el que te podrás introducir a los ejercicios de concentración plena y conocer el mundo del mindfulness y la meditación. ¡Vamos allá!
1. Busca un lugar tranquilo y agradable. Puede ser tu habitación, el salón, la terraza o jardín, incluso la cocina. Lo importante es que sea un lugar que no genere distracciones o que sean muy pocas. Más adelante, el lugar será de menos importancia, pero las primeras veces que empezamos a meditar es importante encontrar un espacio que favorezca la concentración.
2. Adopta una postura que te ayude a centrar la mente. Las posturas corporales acompañan la intención de la mente. Si nuestra intención es meditar, hemos de preparar al cuerpo para que a la mente le sea más fácil concentrarse en meditar.
3. Cierra los ojos y centra la atención en la respiración. La respiración es nuestro punto de referencia para centrar la atención. Cada inspiración y expiración nos ancla en el aquí y el ahora. Centrar la atención en la respiración es una buena técnica para empezar a silenciar la mente y entrar en un estado de meditación.
4. Observa tu mente. Desvía la atención de la respiración al estado de tu mente. Experimentarás un bombardeo de pensamientos de diferente tipo que desviarán tu atención constantemente. No te dejes llevar por ellos. Simplemente observa y déjalos pasar como si fueran nubes en el cielo.
5. No juzgues. Durante el ejercicio de observación de pensamientos procura ser consciente de tus juicios. El observador también juzga. Intenta tomar consciencia de esos juicios y dejarlos pasar también. Sé observador de tu propio observador.
6. Permanece. Lo más difícil de la meditación es perseverar. Permanecer en este estado durante minutos. Pero es necesario resistir para crear el hábito. Más adelante, tu cerebro se irá adaptando a este modo de estar y te será más sencillo entrar y estar en estado de meditación.
7. Agradece. Cuando haya pasado el tiempo de meditación que te has propuesto, agradécete a ti mismo por haber perseverado y agradece los frutos que han surgido de la meditación, aunque no seas conscientes de ellos. A medida que vayas practicando meditación, tu mirada de la realidad se irá ampliando y expandiendo.
Ahora más que nunca acudir a un profesional que pueda ayudarnos a descubrir y practicar la meditación no requiere ni que salgamos de casa. Holamente cuenta con una red de psicólogos online que pueden ayudarte, puesto que lo que más nos interesa es tu bienestar. Es por eso que, mientras te lo piensas, te dejamos unos recursos que pueden servirte de ayuda para dar una oportunidad a la meditación.
Claudia Rossy, una de nuestras psicoterapeutas online, es una profesional comprometida, empática y eficaz. Y además, miembro de nuestro increíble equipo de psicólogos online!. Holamente, Mejoramos vidas.
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